Si no oigo bien algo puede estar pasando con mi sentido de la audición, sobre todo si ya tengo más de 50 años, aunque cada vez son más frecuentes los casos de hipoacusia entre personas jóvenes.
Si necesitamos subir el volumen del televisor o de la radio más de lo acostumbrado, o en una conversación, en una reunión o una fiesta no escucho bien, es probable que estemos ante problemas de pérdida de audición.
Algunos problemas de audición pueden ser temporales y solucionarse de modo relativamente fácil, como cuando se trata de acumulación o exceso de cerumen, pero con frecuencia el problema es más serio y está relacionado con un deterioro gradual y permanente de la capacidad para escuchar bien.
En todo caso, el primer paso cuando sentimos que no estamos escuchando normalmente es contactar con un centro auditivo y solicitar una revisión.
Si tienes dudas o necesitas un audiólogo o audioprotesista no dudes en Pedir Cita en nuestro Centro Auditivo Oidox llama al 91 941 85 53 / 613 62 42 13 o visítanos en la calle Hermanos García Noblejas nº158 de Madrid
Podemos solicitar una cita en el Centro Auditivo Oidox y hacernos una audiometría gratuita, para determinar por qué no podemos oír bien y saber si no tenemos ningún problema o por el contrario tenemos un problema auditivo que tiene que ser solucionado lo antes posible.
En el caso de que tengas un problema auditivo, nuestro especialista te dirá si es necesario que lleves audífonos o no y te dará la mejor solución para que vuelvas a escuchar lo mejor posible, indicándote los tipos de audífonos que son más recomendables para tu problema.
¿Cómo saber que no oigo bien? Hoy en día puedo buscar en internet alguna de las numerosas pruebas online para evaluar mi audición, o puedo prestar atención a algunos cambios que se están produciendo en la vida cotidiana, como pueden ser:
Es probable que haya vivido alguna de estas situaciones y no le haya dado importancia, pero son señales de que no escucho bien y que debería hacerme una revisión.
Si experimentas señales de que tu audición no es normal, es importante tomar medidas para abordar el problema de manera adecuada. Una de las primeras acciones que debes considerar es acudir a un centro auditivo, como el Centro Auditivo Oidox, para realizarte una revisión auditiva gratuita.
Acudir a un centro auditivo te permitirá recibir una evaluación profesional de tu audición. Uno de los métodos más comunes utilizados en estas revisiones es la audiometría, una prueba no invasiva y prácticamente indolora. La audiometría es esencial para evaluar el grado de pérdida auditiva que puedas tener, así como para determinar posibles causas y encontrar la solución auditiva adecuada para ti.
La prueba evaluará tu capacidad para escuchar diferentes frecuencias y volúmenes, lo que ayudará al especialista a comprender el alcance de tu pérdida auditiva y a recomendarte las opciones de tratamiento más adecuadas.
Recuerda, si notas señales de que no oyes bien, no dudes en buscar ayuda profesional. Acudir a un centro auditivo como el Centro Auditivo Oidox en Madrid, donde puedo hacerme una audiometría gratuita para comprender tu situación auditiva y encontrar la solución adecuada.
¡No pospongas más tu bienestar auditivo y da el paso hacia una mejor audición y calidad de vida!»
Si tienes dudas o necesitas ayuda para oir bien, no dudes en Pedir Cita en nuestro Centro Auditivo llama al 91 941 85 53 / 613 62 42 13 o ven a vernos a la calle Hermanos García Noblejas nº158 de Madrid
Si no oigo bien y soy un adulto mayor, es muy probable que ya tenga algún grado de sordera.
En Estados Unidos, la mitad de los adultos mayores de 70 años tiene algún grado de sordera, y en España se calcula que puede haber alrededor de 7 millones de personas con algún grado de pérdida auditiva.
Un tercio de los españoles mayores de 65 años tienen algún grado de sordera y, sin embargo, solo un 36,5 % de estas personas utilizan audífonos, una cifra muy similar a la de otros países europeos.
También se ha detectado un porcentaje creciente de personas jóvenes en todo el mundo, entre los 12 y los 35 años, con problemas crecientes de audición, debido en gran parte a una mayor exposición a ruidos intensos por tiempos más prolongados.
Así que puedo ser una persona joven y, sin embargo, no escuchar bien.
Hay varios estudios que nos indican que desde que aparecio el Walkman y los mp3 posteriormente empieza a ser algo normal no oir bien entre la población que ahora comienza a ser mayor.
Es paradójico: basta que empecemos a ver algo borroso o tengamos problemas para leer de noche para que de inmediato acudamos a un oculista o un oftalmólogo. Consideramos la vista un sentido fundamental y nos preocupa cuando detectamos que tenemos problemas con la vista.
No pasa lo mismo con la audición, quizás en parte porque no nos damos cuenta de inmediato o no le damos tanta importancia al principio, como sí pasaría si se tratara de la visión.
Si no escucho bien, simplemente subo el volumen o pido que hablen más alto.
Esto se debe a que tendemos dar menos importancia al sentido del oído, a pesar de su innegable relevancia en nuestra vida cotidiana.
Solo cuando tenemos un problema de audición severo, es cuando entendemos por qué para muchos se trata del segundo sentido humano más importante.
Vivimos sumergidos en un entorno sonoro que es parte de nuestra realidad: los sonidos cotidianos, el canto de los pájaros, los ruidos callejeros, que continuamente nos brindan información.
Además, nos comunicamos a través de las palabras, que percibimos principalmente a través de los oídos.
Si no oigo bien, tengo que hacer un mayor esfuerzo para escuchar las conversaciones, lo que puede generar estrés y hacer que deje de asistir a reuniones sociales, o reduzca mis intervenciones en reuniones de trabajo.
Si no escucho bien, es más probable que me aísle y sea presa fácil de la depresión, con el consiguiente debilitamiento del sistema inmunitario y un aumento de las posibilidades de ser atacado por una enfermedad.
La pérdida de audición y su falta de tratamiento se ha asociado con mayores posibilidades de sufrir demencia senil, pero también puede causar desánimo, baja autoestima, vergüenza y tristeza.
Si no escucho bien puedo tener además dolores de cabeza, sufrir de tensión muscular y hasta tener un aumento en la presión arterial. Por eso es tan importante acudir a un centro auditivo apenas hay sospecha de un comienzo de sordera.
Existen diversas razones por las que podemos no escuchar bien: oídos tapados por exceso de cerumen, trauma causado por un accidente, infecciones virales, exposición prolongada a ruidos o música demasiado fuerte; efectos secundarios de medicamentos o de enfermedades, etc.
Una de las principales causas es el deterioro del sistema auditivo por envejecimiento.
Pasados los 60 años, aumentan las posibilidades de que comencemos a sufrir algún grado de sordera, y que esta sea en gran medida irreversible.
Aunque hay medidas que podemos tomar para seguir escuchando, como es el uso de audífonos, implantes y otras soluciones auditivas.
Si no oigo bien, esto puede deberse a tres tipos de pérdida auditiva:
En general, con muy pocas excepciones, la pérdida auditiva es definitiva.
El uso de audífonos invisibles o de audífonos con inteligencia artificial y prótesis puede ayudarte a recuperar parcialmente la audición.
El envejecimiento y la exposición prolongada a ruidos demasiado fuertes puede causar daños en los cilios y las neuronas que se encuentran en la cóclea, en el oído interno, y que envían las señales eléctricas al cerebro.
La pérdida de estas señales o su debilitamiento es lo que provoca la sordera.
El primer paso es aceptar que no oigo bien y que necesito ayuda. El segundo, es concertar una cita en el nuestro Centro Auditivo Oidox y hacerme una audiometría gratuita.
La revisión auditiva consiste en una entrevista y una serie de pruebas auditivas, todas indoloras, para determinar el grado de pérdida y qué puede estar causándola y si es el momento de usar audífonos.
Por lo general, la pérdida auditiva se clasifica en leve, moderada, severa y profunda, y en la actualidad hay equipos auditivos muy sofisticados, con procesadores y programas de inteligencia artificial que ayudan al cerebro a recibir y procesar los sonidos.
En determinados casos, cuando el tímpano y el oído medio están muy dañados, o en otras circunstancias, podemos colocarnos implantes cocleares, implantes acústicos de conducción ósea e implantes electroacústicos.
El implante coclear es un dispositivo electrónico que se coloca en la cóclea cuando está dañada, y desde allí envía señales eléctricas al cerebro.
La varilla auditiva captura los sonidos a través del hueso y los envía directamente al oído interno. Se utiliza cuando el tímpano y el oído medio no funcionan.
El implante electroacústico funciona de manera similar al implante acústico.
Pero con frecuencia la mayor parte de los problemas de pérdida auditiva puede solucionarse utilizando audífonos, que pueden ser retroauriculares e intrauriculares.
Los retroauriculares se colocan detrás de la oreja y tienen un cable que se introduce en el canal auditivo.
Los intrauriculares van directamente en el canal auditivo, y hay algunos tan pequeños que incluso pueden ir dentro del canal auditivo y ser prácticamente invisibles.
Puedes oír bien usando unos de los mejores audífonos para sordos una vez que hayan sido programados y calibrados por el profesional del centro auditivo.
Y si la solución adecuada para tu perdida auditiva es el uso de audífonos en nuestro Centro Auditivo Oidox, disponemos de ofertas especiales para audífonos, trabajamos y tenemos ofertas para las mejores marcas de audífonos para sordos, para que consigas solucionar tu problema auditivo al mejor precio, conoce el precio de los audífonos en 2023.
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Si ya has adquirido audífonos para mejorar tu capacidad auditiva, pero aún experimentas dificultades para escuchar de manera clara y efectiva, es importante abordar esta situación de manera adecuada.
Aunque los audífonos son una herramienta valiosa para muchas personas con pérdida auditiva, hay casos en los que pueden surgir desafíos adicionales, por eso es Muy Importante poder probar tus audífonos antes de comprarlos.
En primer lugar, es fundamental asegurarse de que los audífonos estén correctamente ajustados y programados de acuerdo con tus necesidades auditivas específicas.
Los audífonos deben ser personalizados para adaptarse a tu nivel de pérdida auditiva y a tus preferencias individuales.
Por lo tanto, es recomendable acudir a un audiólogo o especialista en audición para que realice los ajustes necesarios y verifique que los audífonos estén funcionando de manera óptima.
Además, es posible que necesites tiempo para adaptarte a tus nuevos audífonos digitales.
Tu cerebro necesita tiempo para procesar y adaptarse a los sonidos amplificados que estás experimentando.
Es común que al principio los sonidos puedan parecer abrumadores o poco naturales, pero con el tiempo y la práctica, tu cerebro se ajustará a los nuevos estímulos auditivos y comenzarás a percibirlos de manera más clara y natural.
Es importante comunicar tus dificultades a tu audioprotesista o especialista en audición.
Ellos pueden realizar ajustes adicionales, proporcionarte orientación sobre el uso adecuado de los audífonos y ofrecerte estrategias de comunicación complementarias.
Además, pueden evaluar si hay otros factores que puedan estar afectando tu capacidad para escuchar correctamente, como problemas en el oído medio o cambios en tu salud auditiva que requieran atención adicional.
Recuerda que el proceso de adaptación a los audífonos puede variar de una persona a otra, y es importante tener paciencia y perseverancia. No te desanimes si al principio no experimentas una mejora significativa en tu audición.
Trabaja en estrecha colaboración con tu audiólogo y sigue sus recomendaciones para optimizar los resultados y obtener el máximo beneficio de tus audífonos.
El primer paso para volver a escuchar bien es acudir a un centro auditivo como el nuestro, y hacerse una audiometría gratuita, para saber qué clase de ayuda vamos a necesitar.
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La pérdida auditiva puede ser causada por diversos factores, como la exposición a ruidos fuertes, el envejecimiento natural (presbiacusia), infecciones del oído, lesiones en la cabeza o el oído, enfermedades genéticas, medicamentos ototóxicos y condiciones médicas como la otosclerosis.
Sí, la exposición prolongada a ruidos fuertes puede dañar permanentemente la audición. La sobreexposición a sonidos intensos, ya sea en el trabajo (maquinaria industrial, construcción) o en entornos recreativos (conciertos, auriculares a un volumen alto), puede causar daño en las células ciliadas del oído interno, lo que lleva a la pérdida auditiva.
La presbiacusia es la pérdida auditiva relacionada con el envejecimiento. A medida que envejecemos, las estructuras del oído interno se desgastan y se vuelven menos eficientes en la transmisión de sonidos. La presbiacusia generalmente afecta la capacidad de escuchar sonidos de alta frecuencia y dificulta la comprensión del habla, especialmente en entornos ruidosos.
Se recomienda consultar a un especialista en audición como el Centro Auditivo Oidox, situado en la calle Garcia Noblejas n158 de Madrid, si experimentas cualquier cambio o deterioro en tu capacidad auditiva. Si tienes dificultades para escuchar conversaciones, necesitas subir el volumen de la televisión o experimentas zumbidos en los oídos, es importante buscar atención médica para realizar una evaluación auditiva completa.
Sí, existen varios tratamientos efectivos para mejorar la pérdida auditiva. Dependiendo de la causa y el grado de pérdida auditiva, las opciones de tratamiento pueden incluir el uso de audífonos, implantes cocleares, medicamentos (en algunos casos), terapia de rehabilitación auditiva y técnicas de comunicación alternativas.
Los audífonos son dispositivos electrónicos diseñados para amplificar y mejorar los sonidos para personas con pérdida auditiva. Estos dispositivos captan el sonido del entorno, lo amplifican y lo envían al oído para mejorar la audición. Los audífonos pueden ayudar a las personas con pérdida auditiva a escuchar mejor, comunicarse con mayor facilidad y participar en actividades sociales.
Los audífonos analógicos amplifican todo el sonido de manera uniforme, mientras que los audífonos digitales procesan y ajustan el sonido de acuerdo con las necesidades auditivas específicas de cada individuo. Los audífonos digitales ofrecen una mayor personalización y adaptabilidad, lo que permite una mejor calidad de sonido, reducción de ruido y la capacidad de ajustar las configuraciones en diferentes entornos.
Sí, hay medidas que puedes tomar para mantener una buena salud auditiva. Algunas recomendaciones incluyen limitar la exposición a ruidos fuertes, utilizar protección auditiva en entornos ruidosos, evitar la introducción de objetos extraños en el oído, mantener una buena higiene del oído y realizarse exámenes auditivos regulares.
Sí, las infecciones del oído pueden causar pérdida auditiva, especialmente si afectan el oído medio. La acumulación de líquido o pus en el oído medio puede interferir en la transmisión adecuada de los sonidos, lo que resulta en una audición disminuida. Es importante tratar las infecciones del oído de manera oportuna para prevenir complicaciones auditivas.
Sí, existen tecnologías de asistencia diseñadas para ayudar a las personas con problemas de audición en la comunicación. Estas incluyen sistemas de bucle magnético, dispositivos de transmisión de sonido directo, aplicaciones móviles de transcripción en tiempo real, sistemas de alerta visual y otros dispositivos de amplificación y alerta que facilitan la comunicación en diferentes situaciones.
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